(por Damián Fresolone)
Las ventas dominicales del diario de Ernestina Herrera de Noble siguen cuesta abajo. Luego de haber roto el piso de los 600.000 ejemplares en el mes de junio, obtuvieron otro record negativo en el promedio de los domingos de julio. Según el Instituto Verificador de Circulaciones (IVC) la venta neta paga se ubicó en los 583.584 ejemplares, disminuyendo así 2,7% en relación al mes anterior.
Las elecciones porteñas, tanto en primera como en segunda vuelta, celebradas en dicho mes, parecen no haber ayudado a las ventas del oligopolio como sí lo hicieron con sus dos seguidores en el mercado: La Nación y Diario Popular. Mientras que el primero visualizó un aumento del 0,9%, obteniendo un registro de 333.329 ejemplares pagos; el segundo, Diario Popular, aumentó un 1,5% llevando su cifra de 136.874 en junio a 138.949 en julio.
Los lectores dominicales de Clarín, mayormente clase media, parecen escoger otras opciones a la hora de leer el periódico el día de mayor volumen y peso específico de las notas. Es, cuantitativamente hablando, la tapa dominical aquella más leída por los grupos familiares, llegando así a distintas franjas etarias.
Más de un 23% es el descenso que sufrió el diario en su venta dominical: de aquel promedio de 779.400 ejemplares por domingo en 2007, pasamos a los actuales 601.470 en los primeros siete meses de 2011. Contrapuesta, como se ejemplificó anteriormente, es la curva que lleva el Diario Popular con sus ventas del día domingo.
Seguramente sea éste uno de los motivos por el cuál el Grupo Clarín, “primereando” a Perfil, decidió lanzar al mercado el Diario Muy, un producto destinado a los sectores populares (C3). Como aseguró Horacio Convertini, su editor responsable, intentarán “captar el lugar y los lectores que nos permita `El Popu´”.
Lamentablemente, a pesar de haber cumplido cuatro meses en el mercado y en la calle, ni Muy (Clarín) ni Libre (Perfil) han solicitado auditorias al IVC para la publicación de sus ventas y poder así comparar y analizar hacia dónde se han volcado esos casi 180.000 lectores dominicales que perdió el diario de Noble.