(por Damián Fresolone)
Me opongo.
Me opongo a la oposición oportunista. Oposición opresora y operadora de opacar (con medios) opciones opuestas a su opaca opinión.
No reproduzco.
No reproduzco el resentimiento regenerado por redes radiofónicas (y televisivas), reagrupadas repentinamente para remover reivindicaciones.
No creo.
No creo en el bloque multitudinario, megaopositor, y marketinero que manifiesta, mediante mesas mediáticas, montones de mensajes con metas maquiavélicas.
Me indigna.
Me indigna el "apolítico" cacerolero, capaz de caminar Callao en caravana calentando la cacerola con curtidos capataces del campo.
Me entretengo.
Me entretengo escuchando periodistas, politólogos, peronistas pro y panaderos proponiendo desde un puf particulares puebladas participativas para pudrir este período popular.
Me opongo a la oposición oportunista.
*No me opongo a: La Ley de Medios, la Ley del Libro, la Ley de Músicos, La 125. La estatización de Aguas Argentinas, de Aerolíneas Argentinas, de las viejas AFJP. La Asignación Universal por hijo. La defensa de los Derechos Humanos. La creación de la figura de "Genocidio". Etc., etc., etc.
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