(por Damián Fresolone)
*Escrito mientras partía el avión hacia Río Gallegos. Literariamente nulo, emotivamente intenso.
*Escrito mientras partía el avión hacia Río Gallegos. Literariamente nulo, emotivamente intenso.
El padre camina, el hijo trota.
La madre lee. La hija dibuja. El abuelo opina y se hamaca.
El árbol se mueve, el sol nos invade.
La televisión se apaga. El libro se enciende.
El mate se llena. La plaza se toma. La calle se adueña.
El diario se critica. La radio se escucha. El documental se llora.
El tren arranca. El jubilado cobra. El niño estudia. El joven se forma.
El vaso se llena. El plato se termina. La cama se abre.
El fútbol se ve. El avión despega. El agua se toma.
El umbral se ocupa. La vereda se toca. La esquina se ocupa.
La herramienta se mueve. La máquina no se apaga. La mezcladora gira.
El cuadro se descuelga. El dólar se desusa. El patacón se olvida.
La cacerola se guarda. La remera se pinta. La escarapela se clava.
La guitarra se acaricia. Las letras se plasman. La música se comparte.
La pasión renace.
La luz se enciende. La llama crece. La esperanza inunda.
La bandera se alza. La militancia se mima.
La nube se oscurece. La lluvia se acerca.
El corazón se desenchufa. El latido cesa.
La vida se termina. El legado sigue.
La mesa… La mesa vuelve a hablar.
¡HASTA SIEMPRE COMPAÑERO N.K.!
1 comentario:
Me emociona.
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