martes, 10 de septiembre de 2013

"Vengan ustedes..."

Por Damián Fresolone


Salí de la inauguración de la Casa de la Cultura en la Villa 21, encabezada por la presidenta Cristina Kirchner y el secretario de Cultura Jorge Coscia, y caminando por la avenida Iriarte una chica de alrededor de 12 años, con la que mantuve una conversación de no más de 30 segundos, me dijo: “Yo de la villa no me quiero ir, vengan ustedes”. Perdón por la autorreferencia en este primer párrafo, pero era indispensable para escribir lo que sigue.

La negativa de la joven a irse de la villa es la que cualquiera de nosotros, fuera de ella, también comparte, ya sea por sentido de pertenencia a un territorio o por simple nostalgia. Los amigos, la familia, la escuela, la esquina, los primeros amores. En fin, las raíces. Pero no es eso lo sorprendente de la conversación, sino la subordinada: “Vengan ustedes”.

Dejando de lado todos los análisis antropológicos que caben hacerse del “ustedes”, puedo responder que el Gobierno va. Y más precisamente la Cultura, bajo esta gestión, va.

Es ahora de público conocimiento que el despacho del Secretario de Cultura de la Nación estará en plena Villa 21 (dejo para quienes quieran hacer archivo, investigar cuántas carteras de Educación, Salud, Trabajo o Cultura en el mundo se instalan en una villa miseria). Pero ¿es esto lo importante? No, claro que no. La acción de Jorge Coscia podría ser un ejercicio populista, chauvinista o tribunero si no se conociera el resto de la gestión.

Sin embargo, sobran acciones para ejemplificar el acercamiento de la cultura en los últimos años a los sectores más desprotegidos por cuestiones económicas o geográficas. Por ejemplo, el Programa Puntos de Cultura con el objetivo de promover y solventar actividades comunitarias, muchas de ellas de base, el cual en sus dos ediciones otorgó beneficios a 250 agrupaciones. Otro caso puede ser el exitoso Programa Libros y Casas que entregó más de un millón de ejemplares con el objetivo de democratizar el acceso a la lectura. Otro, el proyecto Altos Pueblos, direccionado a propuestas creativas en pequeñas localidades del interior del país con el objetivo de generar redes de identidad cultural propias. Podría seguir con los Pre-MICA, el Carnaval Federal de la Alegría, los beneficios para la totalidad de las Bibliotecas Populares del país (CONABIP), la enorme cantidad de acciones de Igualdad Cultural, la gratuidad de Tecnópolis y demás.


        ¿Obsecuencia? En absoluto. Falta mucho para lograr una verdadera democratización de la cultura, hecho que, tiendo a creer, aún no ha logrado ningún país en el globo. Falta que la Secretaría sea Ministerio (y esto no es sólo una cuestión terminológica), falta una verdadera Ley Nacional de Cultura, una Ley del Libro Argentino, una de Industrias Culturales. Todas, cuestiones legislativas que producen como consecuencia la ampliación de posibilidades presupuestarias y, así, el incremento de programas y acceso de los sectores más comprometidos a la Cultura.         

         Pero la realidad es que la Cultura va. Que los chicos de los talleres de periodismo, fotografía y teatro de la Villa 21 no se olvidan más que charlaron con la Presidenta cara a cara. Que tendrán un auditorio, salas para audiovisuales e infinidad de talleres en la puerta de sus casas. Que el kiosquero de la esquina de la calle Magaldi seguramente venderá más gaseosas que hasta hoy y que la rotisería de mitad de cuadra deberá incrementar su producción. Lo cierto es que la Cultura va y que este edificio no se monta en Iriarte y Luna para la foto. Si llegara a ser así, sepan, seré el primero en denunciarlo. 

         Ah, olvidé responderle a la chica de 12 años. Está bien que de la villa no te quieras ir porque están tus amigos, son las políticas las que tienen que llegar a vos.


domingo, 8 de septiembre de 2013

Elecciones Legislativas porteñas: Alternativa Popular


ALTERNATIVA POPULAR - Colectora del FPV para Legisladores porteños

1° Pablo Ferreyra @PabloRFerreyra

2° María Elena Naddeo (Frente Progresista y Popular) @MariaENaddeo

3° Zaida Chmaruk (Partido Comunista) @ZaidaChmaduk

4° Samuel Cabanchik (ex CC) @SamuelCabanchik

5° Javier Fernandez Castro (Arquitecto. Proyecto urbanización de la Villa 31)

6° Aldana Martino (Agrupación Kiki Lezcano) @Aldi_Martino

7° Ornella Nociti (Corriente Política y Social La Colectiva) @Ornella_Nociti

8° A seleccionar del Frente Progresista y Popular

9° Ángela Lerena (Periodista. CTP. CEFMA) @AngelaLerena


viernes, 14 de junio de 2013

El mercado hace productos, el pueblo hace Cultura...

(por Damián Fresolone para Caras y Caretas)

Un colectivo multisectorial representativo de organizaciones culturales comunitarias y artistas autogestivos promueve una ley en apoyo a sus expresiones. Como lucha continental, se realizó el 1ª Congreso Latinoamericano de Cultura Viva con el apoyo del presidente Evo Morales.

Lejos de los circuitos comerciales tradicionales, distante de las grandes cadenas de distribución de consumo masivo y más allá de las vidrieras de los epicentros geográficos, la cultura también vive. Territorial, comunitaria, independiente o autogestiva son algunas de las características que eligió el colectivo Pueblo Hace Cultura para determinar la singularidad de sus expresiones.

          Este espacio multisectorial originado en 2009, enmarcado en la conquista de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, está conformado por redes de teatro comunitario, centros culturales, medios locales de comunicación, murgas, bibliotecas populares y músicos independientes que apuestan al reconocimiento de actividades culturales propias de cada barrio, cada pueblo y cada región, y llevan adelante un proyecto de ley para la creación de un Fondo Nacional de Apoyo a la Cultura Comunitaria compuesto por un monto no menor al 0,1 por ciento del Presupuesto Nacional.

          “Formamos este espacio plural para buscar políticas que defiendan a nuestro sector. Creamos encuentros regionales y nacionales, realizamos caravanas, eventos de premiación y debates con una mirada federal. Una forma de trabajo similar a la que se realizó para cimentar la Ley de Medios”, comentó Cesar Baldoni, referente del colectivo y coordinador del plurimedio La Posta Regional.

          El proyecto de Ley está inspirado en una política iniciada en Brasil en 2004, por el entonces ministro de la cartera Célio Turino, en la que más de 2 mil puntos de cultura -organizaciones de base- fueron beneficiadas mediante un subsidio para el desarrollo de sus expresiones territoriales. En un camino similar, el proyecto argentino plantea la erogación del 0,1 por ciento del Presupuesto Nacional para destinar a estas organizaciones, lo que significaría el apoyo a casi 3 mil experiencias locales.

          Para garantizar la transparencia en su aplicación, el proyecto propone además la creación de un Consejo Nacional de Apoyo a la Cultura Comunitaria como órgano observador y en permanente relación con la Secretaría de Cultura de la Nación. Ricardo Talento, miembro de la Red Nacional de Teatro Comunitario, declaró en la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados: “No queremos mendigar apoyo a cada gobierno, por eso buscamos una ley que nos ampare como sector”.

          Según un relevamiento realizado por el colectivo son más de 15 mil las experiencias culturales comunitarias desarrolladas a lo largo del país que hoy en día trabajan sin una política pública continuada. Si bien la Secretaría de Cultura de la Nación lleva adelante un programa de Puntos de Cultura, este tiene un presupuesto y una estructura inferior al solicitado. “Además -asegura Baldoni-, no podemos depender de la predisposición del gobierno de turno. Si cambian los funcionarios esto queda en el aire. Necesitamos algo que nos garantice la continuidad. Queremos que esta ley sea parte de un paquete de transformaciones en el ámbito de la Cultura, junto a la Ley de Medios, la Ley de la Música y la de Fomento a las Revistas Culturales”.

Futuro parlamentario

El proyecto presentado en la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados de la Nación tiene, al menos discursivamente, amplio consenso en diversos espacios de militancia política y sindical. Libres el Sur, Nuevo Encuentro, La Cámpora Cultura, Unidad Popular y el Partido Solidario son algunos de los sectores que brindaron su apoyo.

          Aunque con bemoles, algo similar ocurre dentro del parlamento con los representantes. Para Roy Cortina, legislador socialista y presidente de la comisión, el proyecto de Pueblo Hace Cultura favorece la democratización del acceso y la producción de bienes culturales. “Coincido en la necesidad de establecer la responsabilidad estatal indelegable de garantizar los derechos culturales y plantear criterios que aseguren el financiamiento público de este tipo de políticas evitando el uso partidario de recursos públicos”, aseguró Roy.

          Por su parte, Claudio Lozano, diputado por Unidad Popular, uno de los espacios que más trabajó sobre el proyecto, aseguró que la sanción de esta ley es una deuda del parlamento; y que si aun no se logró discutir en el recinto es porque en los espacios de representación institucional predominan dos miradas, la exclusivamente mercantilista y la determinantemente estatista de la cultura y sus políticas, dejando de lado los sectores alternativos. “Si el mercado hace productos y el pueblo hace Cultura, el parlamento tiene la obligación de hacer políticas públicas”, culminó Lozano.

          Aunque al momento de presentarse el proyecto, en abril de 2012, también estuvieron presentes diputados del Frente para la Victoria, Nuevo Encuentro y asesores de distintas fuerzas, el documento sigue aún sin aprobarse en comisión.

Evo Morales y una lucha regional

Tal como ocurrió con la Ley de Medios replicada en varios países latinoamericanos (Argentina, Uruguay y Ecuador, entre otos), la Ley de Puntos de Cultura intenta expandirse en el bloque regional. Para aunar fuerzas se realizó, del 17 al 22 de mayo, el 1º Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria en La Paz, Bolivia.

          Un contingente de 400 representantes argentinos, entre los cuales se encontraba El Culebrón Timbal, la Unión de Músicos Independientes, La Red Nacional de Teatro Comunitario, Colectivos de Murgas Independientes y la Fundación Che Pibe, se hicieron presente para compartir cinco días de talleres, debates y conferencias con actores culturales de 17 países de la región.

          El gobierno boliviano dio pleno apoyo y promovió esta actividad desde su máximo referente, Evo Morales, y a través de la presencia del ministro de Culturas, Pedro Groux Canedo, a lo largo de los cinco días que abarcó el Congreso. En la segunda jornada, durante el encuentro entre funcionarios latinoamericanos y actores culturales, el ministro expresó la necesidad de avanzar en políticas públicas que favorezcan al sector tanto en la producción y la circulación como en el desarrollo de experiencias que enriquezcan a los productores. Consignas que luego fueron selladas en un documento de compromiso regional.

          “El comunicado de compromiso firmado por funcionarios de distintos países del continente fue, en materia legal, lo más significativo que se vivió en el Congreso. Es una respuesta, un ‘hacerse cargo’ de esta demanda social latente”, comentó Baldoni; y manifestó su deseo para que -por efecto rebote- este año pueda debatirse y sancionarse la ley en nuestro país.

          El colectivo Pueblo Hace Cultura en Argentina es, tal vez, el más dinámico y activo en la plataforma continental. Sostiene su enérgico movimiento gracias a las organizaciones de base cultural y su acción efectiva en el territorio. Desde allí parte la propuesta y el deseo de que el proyecto de ley, con el consenso federal a base de debates que ya posee, transite un recorrido vertical hacia ambas cámaras.

           Esta demanda es, en resumen, una lucha por la pluralidad y la diversidad. Un proyecto multisectorial y multipartidario. Una propuesta alternativa al consumo mercantilista tradicional y concentrado de la cultura, ofrecido en un contexto oportuno de transformaciones sociales a nivel nacional y regional. Un camino, no tan distinto, al que transitó un grupo de comunicadores, imaginando una ley democrática que regule los medios en las sociedades modernas.

          Mientras tanto, y para siempre, el mercado continuará generando productos y pueblo seguirá haciendo cultura.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Superávit de ejemplares en la balanza comercial del libro

(por Damián Fresolone)

El sector editorial revirtió, en 2012, la balanza comercial luego de la intervención de la Secretaría de Comercio. Acuerdos con las cámaras del libro y participación de la Industria Gráfica nacional.


El sector editorial es, dentro de la industria cultural, el que en los últimos años presentó cifras más desfavorables en su balanza comercial (Exportaciones – Importaciones).  Tal es así que en 2011 esta balanza cerró con un saldo negativo de U$S -84.478.073; resultado al que se llega luego de restar poco más de 32 millones de dólares de exportaciones frente a casi 117 millones de dólares generado por las importaciones. Sin embargo, recién conocidos los datos del cierre 2012, se observa una reducción del 73 por ciento de ese déficit según datos de la Secretaría de Cultura de la Nación a través del Sistema de Información Cultural Argentino (SInCA).

Mejor aún es el pronóstico si lo que se toma en cuenta son las unidades (ejemplares) comercializadas y no su costo. Mientras que en 2011 se observaba un déficit de 33 millones de ejemplares entre lo ingresado y lo egresado al país, en 2012 se visualiza un notable  superávit de más de 4 millones de volúmenes.

Para simplificarlo, algunos gráficos recalcan los resultados.




¿Cómo fue posible revertir la balanza comercial del libro en tan solo un año?

Por un lado la secretaría de Comercio Interior, al mando de Guillermo Moreno, firmó un acuerdo con una de las cámaras representativas del sector (la CAL) para compensar aquellas importaciones realizadas por libreros y distribuidores con exportaciones de casas editoras que sólo se dedican a la comercialización puertas afuera. De esta manera, la balanza, al menos dentro de la Cámara Argentina del Libro, se vería prácticamente equilibrada.

Por otro lado, gran parte de ese incremento exponencial de importaciones año tras año no representaba una cifra del todo real. Lo que ocurría era que de aquellos 64 millones de ejemplares “importados” en 2011 una sustantiva parte no eran títulos cuyo proceso productivo se había realizado por completo fuera del país, sino que algunas casas editoras decidían realizar la totalidad de la cadena productiva en Argentina (selección de original, corrección, diagramación, diseño, etc.) y destinaba la impresión del ejemplar para efectuar en países donde el costo-beneficio es inmensamente superior (mayormente China y Uruguay).

Esta decisión de finalizar el objeto libro fuera de Argentina producía un doble efecto. Por un lado, el título ingresaba por la Aduana como un producto netamente importado pero con ISBN argentino generando este desvío en la balanza comercial del libro. Y por otro, y más importante, debilitaba y atentaba directamente contra la industria gráfica local.

          Para verificar más claramente el efecto que produjo en la industria gráfica esta decisión editorial se pueden observar los números de participación en la impresión de libros argentinos. En 2010, sólo el 21 por ciento de los ejemplares que circulaban en el país eran impresos en gráficas locales, en 2011 esa cifra representó el 38 por ciento, mientras que en 2012 –luego del acuerdo de la secretaría con ambas cámaras- más del 82 por ciento de los volúmenes que circulaban en el país fueron impresos en Argentina.


Como resumen, se pueden enumerar los siguientes resultados obtenidos en el ejercicio 2012, luego de la intervención de la Secretaría de Comercio en conjunto con la Secretaría de Cultura y la Aduana:

     -          Superávit en la balanza comercial del libro (en unidades) de 4 millones de ejemplares.

     -          Disminución del déficit de la balanza del libro (en dólares) un 73 por ciento.

-         Aumento exponencial de la participación de la industria gráfica local en el sector editorial, pasando del 38 al 82 por ciento.

Nota de autor: Algunos lo llaman modelo intervencionista, otros proteccionista. Yo, prefiero hablar simple y rigurosamente de cuidar la industria y la fuente de trabajo nacional.

viernes, 3 de mayo de 2013

El Mercado de Industrias Culturales Argentina: Una ventana al mundo

por Damián Fresolone para Diario BAE

Productores culturales locales y compradores internacionales participaron en más de 14300 rondas de negocios

La segunda edición del Mercado de Industrias Culturales Argentinas (MICA) fue un éxito en cada uno de los aspectos desde el que se lo analice. El evento, organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación, que promueve la industria, visualización y comercialización de productos culturales nacionales contó con la presencia de 2500 creadores locales y más de 260 compradores internacionales de los cinco continentes, que participaron en casi 4 mil rondas de negocio diarias durante cuatro largas jornadas. Como resultado, múltiples acuerdos comerciales e innumerables principios de compromiso para intercambios futuros.

El MICA reúne a las seis grandes actividades de la industria cultural argentina: editorial, audiovisual, diseño, música, artes escénicas y videojuegos. Estos sectores atraviesan su octavo año consecutivo de aumento en la participación de la economía nacional con lo que logran aportar actualmente el 3,8 por ciento del PBI total y más de 300.000 puestos de trabajo, según datos oficiales del Sistema de Información Cultural Argentino. Conscientes del avance de esta industria y de la necesidad de ampliar la oferta puertas afuera, la Dirección Nacional de Industrias Culturales apostó a trasladar el evento a Tecnópolis, un predio con más de 80 mil metros cuadrados. “Multiplicamos por siete el área de exposición y aumentamos en más de un 50 por ciento el número de inscriptos frente al de la primera edición”, señaló Rodolfo Hamawi, Director Nacional de Industrias Culturales.

La consecuencia del incremento en la cantidad de productores y compradores inscriptos se vio reflejada en las mesas de negocios. Mientras que en la primera edición del MICA se registraron 4500 encuentros, en esta, fueron más de 14300. Según Geraldine Camjalli, coordinadora general de las rondas, en el segundo día del evento ya se había superado el volumen de la edición anterior.

Sector por sector

Cada espacio vivió en primera persona la disposición e interés de los compradores nacionales e internacionales.  Fernando Isella, coordinador del sector Musical, remarcó que mientras para algunos este evento es el cierre de un acuerdo, para la mayoría es la apertura a nuevos mercados que veían lejanos.

En el sector editorial se realizaron 3300 rondas de negocios que permitieron a pequeños y medianos editores locales mostrar sus obras frente a compradores de todo el globo, por ejemplo, representantes de China, Egipto y Turquía, con los cuales se abrieron destacados principios de acuerdos por venta de derechos de traducción. El sector de la música fue otro de los más destacados, realizó casi 3 mil rondas de negocios en las que se efectivizaron 40 contrataciones internacional y 60 nacionales. En Diseño, fueron más de 740 los productores inscriptos y casi 2600 las mesas comerciales realizadas con grandes resultados (ver De Salta al mundo).

Un sector menor, como el de Videojuegos, incrementó exponencialmente sus participantes y organizó más de mil rondas internacionales. Por su parte, el espacio Audiovisual fue el que más representantes extranjeros recibió, sumando 80 entre compradores, financistas y conferencistas.

Convenio MicSur 2014

Otro hecho de vital relevancia en el MICA 2013 fue el común acuerdo entre las secretarías de Cultura de diez países de América del Sur para llevar adelante un Mercado de Industrias Culturales de Suramérica el año próximo. Reconociendo el déficit en la balanza comercial de estos bienes dentro de la región, Rodolfo Hamawi señaló: “Nuestra región hoy tiene un plus frente a la situación crítica de los países desarrollados. Un plus de creatividad, un plus de economía. Esta ocasión única de nuestro continente no debemos desaprovecharla. Debemos concretar un bloque cultural más fuerte y de mayor volumen”.

            Según la decisión de todos los funcionarios latinoamericanos presentes en la reunión y por la positiva experiencia de la organización de los MICA, Argentina será anfitriona de dicho mega-evento, a celebrarse del 12 al 15 de mayo de 2014.

De Salta al mundo


Objetos de Agrado es un caso testigo de la visualización a gran escala y la amplitud de nuevos mercados que genera el MICA a nivel nacional, y sobre todo, hacia el exterior. Solana Catalán es Licenciada en Artes, lleva adelante un emprendimiento de diseño de accesorios, abrigos de hogar y una línea de juegos, desde hace casi tres años. Los comienzos se originan gracias a la capacitación y el aporte de un pequeño crédito blando de 7 mil pesos otorgado por la Fundación Impulsar.

            En una primera instancia fue invitada a participar de las rondas de negocios de los PRE-MICA 2012, un evento de similares características pero en un marco provincial, en condición de compradora. “Allí adquirí diseños de todas las regiones del país para vender en mi tienda, en Salta, entablé un compromiso de intercambio con una agrupación de tejedoras Wichis de Formosa y amplié mis negocios en territorio nacional”, comentó Solana.

            Un año después, el presente Mercado de Industrias Culturales 2013 la recibió desde el otro lado, como vendedora, ofreciendo su línea de productos basados en el comercio justo, la producción sustentable, el diseño innovador y el especial reconocimiento a la figura del artesano. Catalán, quien ya cuenta con clientes en el Estado de Florida, logró concretar rondas de negocios con compradores japoneses, alemanes, chilenos y brasileros interesados en puntuales líneas de productos.

            “Como diseñadora, o como artista independiente, hubiera sido imposible generar por cuenta propia contactos y oportunidades de negocio con representantes internacionales sin un amparo formal como el que concede este Mercado”, agregó Solana.

martes, 19 de marzo de 2013

Caminos sin fines de lucro

Por Damián Fresolone para Caras y Caretas

Colectivos de Educación Popular, Organizaciones campesinas y Bibliotecas populares fueron los beneficiarios de las primeras ocho licencias para radios sin fines de lucro que otorgó la AFSCA.


Mientras la puja judicial por la plena vigencia de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual sigue latente, algunos espacios comenzaron a vislumbrar los primeros avances en el campo radiofónico. Si bien uno de los propósitos de la ley radica en la desconcentración de los grandes conglomerados mediáticos, muchos otros apartados destinados al reconocimiento y formalización de plazas comunicacionales forman parte de la columna vertebral de la democratización que la ley pretende. Este es el caso del artículo 49, sobre el cual la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) otorgó las primeras ocho licencias a radios sin fines de lucro que se enmarcan en los cumplimientos de baja potencia, en sitios de alta vulnerabilidad social o escasa densidad demográfica y con objetivos destinados a satisfacer demandas comunicacionales de carácter social. 
Génesis, materialización y licencia

En el centro-norte de la provincia de Tucumán se encuentra la localidad de Raco, una pequeña poblada de 3 mil habitantes, muchos de ellos en la alta montaña, con un río homónimo, y sus calles bautizadas con canciones del histórico Atahualpa Yupanqui. Allí se encuentra Eva Fontdevila, Presidenta del Colectivo de Educación Popular Abrojos, uno de los nuevos licenciatarios de radios sin fines de lucro. “El sueño de la radio comunitaria local lleva más de seis años, cuando con un grupo de Comunicadores de la UBA y militantes de proyectos de comunicación popular como FM La Tribu, Agrupación Mate y Agencia Conosur, llevamos adelante un taller de periodismo en una escuela primaria de la zona”, recuerda Eva. Tras el éxito del mismo, decidieron trasladar a los jóvenes a la ciudad para que conozcan los medios de allí; consecuentemente para profundizar su formación, cualidad que caracteriza al colectivo, apostaron por fundar un periódico, una biblioteca y un centro cultural.

          “Llevamos muchos años formando parte de la lucha por la sanción de una ley de medios democrática, conocemos sus posibilidades y alcances. Así, averiguamos en la AFSCA la posibilidad de obtener una licencia tal como propone el artículo 49. Luego de confirmar con la Comisión Nacional de Comunicaciones que la zona de nuestra sede no fuera conflictiva en términos del espectro radioeléctrico, a fines de 2012, comenzamos a tramitar nuestra licencia”, relata la presidenta del espacio educativo tucumano a días de haber sido notificada sobre la decisión del Directorio.
                
         A más de mil kilómetros, con una fauna y una flora considerablemente distinta, se encuentra Juan Burba, coordinador de Radio Tierra Campesina de la localidad de Jocolí, al norte de la provincia de Mendoza. Esta emisora pertenece a la Unión de Trabajadores Rurales sin Tierra (UST), pilar cuyano del Movimiento Nacional Campesino Indígena, que lucha desde hace más de diez años por los derechos de las familias y los trabajadores rurales.

         Con la referencia previa del Mocase (organización santiagueña), Burba recuerda que la idea de una radio propia emerge en 2005, aunque recién pudo ser materializada, sin reconocimiento oficial, cinco años más tarde. Así, en la búsqueda de un camino autónomo para expresar ideas y como una herramienta masiva que llegue a las comunidades campesinas, organizadas o no, para difundir la cotidianidad de la lucha y la cultura, es que nace Radio Tierra Campesina.

               
        El recorrido para obtener la licencia es relatado a la perfección por el coordinador: “Todo comenzó por inscribirse en el censo inicial de la AFSCA en marzo de 2010. Luego de una serie de presentaciones, a través de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias nos pusimos en contacto con representantes de la Autoridad Federal que nos informaban como iba la ejecución de la ley. Finalmente, al resolverse la aplicación del artículo 49, nos presentamos. Seguimos de cerca el expediente y nos sorprendió gratamente ser parte de la primera tanda de licencias aprobadas por el Directorio. En esto hay que destacar la buena predisposición de los miembros de la AFSCA que pechaba nuestro pedido”.
              
        Cada experiencia es particular y esencialmente distinta del resto. Mucho más cerca en el tiempo, en 2009, comienza el sueño de Radio La Ronda. Un grupo de jóvenes participantes de las actividades culturales de la Biblioteca Popular La Bicicleta, enmarcados e impulsados por los debates sobre la aprobación de la nueva “Ley de Medios”, observan latente la necesidad de crear un nuevo espacio local en Colonia Caroya, una localidad cordobesa a 50 kilómetros de la capital. Ramiro Chaves, coordinador de la emisora, afirma que era indispensable incluir otras lecturas respecto a lo que sucede día a día en una región que convive entre lo urbano y lo rural, lo criollo y lo migratorio, lo moderno y lo tradicional.
              
        “Desde que comenzamos a transmitir, uno de los focos de nuestro medio es la legalidad. De la mano de otras radios y bajo el apadrinamiento de la FARCO obtuvimos la personería jurídica como asociación civil y luego, a fines de 2011, habiendo cumplido con los requerimientos que la AFSCA solicitaba, presentamos nuestra carpeta. Ninguna noticia tuvimos al respecto hasta fines de 2012 donde el organismo comenzó a funcionar plenamente y a ganar visibilidad en una sociedad que proclama la ley hace más de tres años”, comenta Ramiro; quien asegura que como medio continuarán abogando por la plena aplicación de la misma y por un mejor marco y ejercicio de la comunicación.

             
         Son notorios los diversos disparadores y caminos que llevaron a estas tres experiencias a la materialización del espacio comunicacional y a la obtención de la licencia; sin embargo, todas ellas comparten un rol: ser alternativa u oposición a los medios establecidos.

Objetivos sociocomunicacionales
El artículo 49 es claro, los beneficiarios de estas licencias deben proyectar su finalidad en satisfacer las demandas comunicacionales de la comuna. Bajo esta premisa, un abanico de necesidades emerge de acuerdo a los contextos sociales y económicos locales.

           Radio La Ronda, comenta Ramiro, desde un primer momento persiguió la incidencia social y analizó la complejidad de la comunidad. “Como radio conformada por vecinos y vecinas, generamos discusiones en busca de consensos que nos ayuden a trabajar colectivamente. Luego, intentamos interpelar lo establecido y creemos indispensable tanto la difusión de actividades y eventos que no figuran en las agencias comerciales como el tratamiento de noticias que no son prioridad en otros medios”, agregó.

            Distinta es la situación de Radio Tierra Campesina consignada principalmente a difundir la cultura y la lucha de las familias rurales de Jocolí y alrededores, defendiendo la propiedad de la tierra para quien la trabaja, el agua para la producción, el comercio justo y la soberanía alimentaria. Sin descuidar, aclara Juan, temáticas de interés general que puedan surgir del seno de la propia comunidad.

             Para la nueva emisora del Colectivo de Educación Popular Abrojos, capacitación, educación e investigación desde una perspectiva pedagógica popular serán los tres pilares contemplados como objetivos. A diferencia de las otras experiencias, esta emisora aún no se encuentra en pleno funcionamiento, pero estima su inicio formal en el mes de abril.
     
            Tres experiencias, tres caminos, tres sueños. Diversidad en sus orígenes intelectuales, en su proceso constitutivo y en su objetivo comunicacional. Multiplicidad cultural, reivindicaciones campesinas y educación alternativa. Una voz, dos voces, tres voces. Pluralidad. Quizá, lo más similar que hayamos visto a aquel quinto punto de los veintiuno presentados un 27 de agosto de 2004 en Radio Nacional, bajo la firma de Coalición por una Radiodifusión Democrática.